Las películas de las princesas Disney, al igual que el resto de películas infantiles tienen influencia en los niños y niñas que las ven. Aunque las historias no son originales de Disney, es el medio por el cual más ha llegado a los niños en los últimos años.
En el caso de las principales princesas Disney están presentan unos estereotipos que en épocas anteriores no representaban ningún dilema, pero actualmente podemos tener una visión más clara del sexismo que esto representa.
Se puede apreciar que las películas de las princesas Disney han sufrido una evolución, presentan unos nuevos valores, pero se mantienen algunos aspectos aún criticables.
Blancanieves es la primera de las princesas Disney y es probablemente el caso más claro de sexismo.
Esta representa los roles más fuertes de sexismo, Blancanieves se topa con una casa sucia, con siete enanitos que viven en ella. Sin haber sido invitada, la joven siente la necesidad de limpiar toda la casa de arriba a abajo y comienza a asumir un papel completamente machista en el cual ella cocina y limpia para siete hombres mientras estos trabajan. Envidiada por su belleza, conseguirá todo lo que anhela y la protección que necesita gracias a su príncipe, que es su salvador cuando cae en el envenenamiento por parte de una persona malvada que es también de sexo femenino.
En el caso de la Cenicienta esta se ve obligada a limpiar cocinar coser y realizar todas las tareas que le sean ordenadas por terceras personas. Su salvación llega a manos de un hombre, el príncipe que únicamente se ha visto atraído por su belleza física y por sus ropas lujosas.
En este caso las figuras que presentan impedimentos a la felicidad de Cenicienta vuelven a ser mujeres.
En La Bella Durmiente, Aurora es una chica por supuesto muy bella, como deben ser todas las princesas.
Una bruja le maldice, por supuesto de nuevo el papel de mala lo representa una mujer, esta maldición se lleva a cabo cuando Aurora se pincha con una rueca.
De nuevo la princesa ha de ser salvada por un príncipe, que representa la valentía y el poder.
En la película de La Sirenita, Ariel renuncia a todo por un hombre, cambia todo su mundo y deja a su familia y amigos. Da su voz a cambio de tener piernas para poder estar con el príncipe, otra vez el personaje antagónico lo representa un modelo femenino.
En la Bella y la Bestia, Bella es una mujer inteligente que ama la lectura sin embargo aguanta estoicamente los gritos y el trato poco cordial de la Bestia.
Jasmín y Pocahontas representan un tipo de mujer que busca casarse por amor y no por el hombre que se le asigne, sin embargo ambas buscan casarse con un hombre ya que es lo socialmente aceptable, Jasmine incluso tiene que salir de su palacio y alejarse de todas sus riquezas para poder ir a encontrar un hombre.
Mulán aunque representa a una mujer luchadora y valiente, ella es la única excepción de todo su contexto puesto que ella al igual que el resto de mujeres de la película, incluida sus dos referencias femeninas de la familia, fue educada para realizar todas las tareas del hogar.
Tiana de Tiana y el Sapo, afirma que sería capaz de renunciar a su mayor sueño por estar con el príncipe. Siendo tanto ella como el príncipe sapos, ella encuentra su único modo de salvación con su beso, que los convierte de nuevo en seres humanos, pues al ser la mujer del príncipe, Tiana es una princesa.
Al igual que Tiana, Rapunzel también necesita un hombre para finalmente conseguir su sueño.
La única, y más actual, princesa Disney que no necesita la ayuda de un hombre ni acaba la película cansándose es Mérida (de la película Brave).
Ella decide romper con una antigua costumbre que la obliga a casarse con uno de los hijos de los señores de la tierra, es valiente y hábil con el arco. Ella es capaz de salir sola del problema que crea.
Poco a poco, demasiado lentamente, vamos eliminando los roles de género en las películas infantiles que tienen directa repercusión en los niños y su educación.
